El Síndrome del Burnout es un término que seguramente has escuchado y que puede desencadenarse a partir de diversas condiciones laborales y situaciones personales. ¡Hoy te contamos todo lo que debes saber! Pero empecemos por lo más importante: ¿qué es el Burnout?
El Burnout ha sido definido como: "Un tipo de estrés laboral o un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la autoestima, y que está caracterizado por un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en sus tareas y el sentido de responsabilidad."
Este síndrome afecta a personas que sienten que no tienen control sobre sus actividades, no comprenden lo que se espera de ellas o se encuentran en entornos disfuncionales. Aunque muchas veces no son plenamente conscientes, se manifiestan síntomas físicos y emocionales que no deben ignorarse.
Entre los principales síntomas se encuentran:
- Agotamiento físico y mental: Fatiga constante, cambios en el apetito, dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales, ansiedad y estrés.
- Despersonalización y cinismo: Cambios en la conducta, desapego e irritabilidad en el entorno laboral, especialmente con clientes y compañeros.
- Descenso en la productividad: Desmotivación, frustración, olvidos frecuentes, baja concentración y ausencia de realización personal en el trabajo.
Desde 2019, el Burnout fue reconocido por la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades) como un síndrome relacionado con el trabajo. Ignorarlo puede derivar en trastornos más graves como la depresión.
Además de buscar ayuda profesional, hay acciones concretas que podemos tomar para intervenir:
- Buscar apoyo social: Hablar con alguien sobre cómo te sentís puede ayudarte a liberar carga emocional.
- Cuidar tus hábitos: Alimentarse bien y controlar sustancias como café, azúcar y nicotina, que influyen en el estado anímico.
- Dormir lo suficiente: El descanso es fundamental para la recuperación emocional y mental.
- Practicar técnicas de relajación: Actividades como yoga o mindfulness pueden ayudarte a desconectar del estrés.
- Revisar tu forma de trabajar: Reconocer tus fortalezas, pedir ayuda cuando la necesites y priorizar el descanso mediante vacaciones o pausas.
Cuidar de tu bienestar no es opcional. El Burnout no desaparece solo: reconocerlo y actuar es el primer paso para prevenir consecuencias más severas.
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